martes, 16 de octubre de 2007

El cambiazo / MAYO


Hola a todo el mundo.

¿Alguna vez os habéis presentado a un examen sin saber absolutamente nada? ¿Sin haber estudiado, con toda la certeza del mundo de que no vais a saber hacer nada? ¿No? ... ¬¬

Bueno, pues yo sí. Sí, ahora mismo. Porque resulta que acabo de volver de un examen, y me está carcomiendo el nerviosismo por dentro, como un remordimiento de culpa horroroso y grande que no se va. Bueno, si me paro a pensarlo, no es remordimiento. No, en realidad es miedo. Voy a explicarlo desde el principio.

Resulta que la semana pasada, el Señor Profesor de Valenciano, que es un vago con el que no he aprendido nada este año, nos dijo que "íbamos a hacer el examen de Literatura". Y que nos estudiáramos desde la pagina 100 hasta la 260 "todo". Expresión del público en general = ?

Ya, claro. Le dijimos: "pero vas a explicar lo más importante, no?", y él se quedó mirándonos como pensando "pobrecitos". A continuación nos suelta una de sus súper-sonrisas y dice, con gran ironía:

-Claro, y luego os cambio los pañales, ¿a que sí, chiquinines?

¬¬ Es que es un cachondo él. No lo conocéis bien. Vamos, tiene mucha, mucha, pero que mucha gracia. Sip, es verdad, tiene mogollón. Un huevo. Inmensas cantidades de gracia graciosísima. Lo que pasa es que la tiene toda en el culo. Allí, bien metida, concentrada en el ojete.

-¿No vas a explicar nada? -nosotros, así: o_O

-No. Vosotros os lo estudiáis y, quien tenga dudas, que me las plantee y así se las aclaro.
Respuesta: O_O

-Pero no podemos estudiarnos 160 páginas para el jueves, tenemos muchos exámenes más (muchos es muuuchos).

-De todo eso, os saldrán dos preguntas, escogeréis una y la contestaréis.

Todos: O_O

-¿Pero no sería mejor explicar lo más importante? Si luego lo demás no nos va a salir... es cargar con trabajo de más.

-Bien, empezad el esquema.

-¿Eso es un no?

-¡Así luego tenéis menos trabajo!

Lo dicho, un cachondo nato.

Naturalmente, nadie iba a estudiarse 160 páginas. A parte de que es una barbaridad, nadie tenía suficiente tiempo. Solución: el cambiazo. El cambiazo es una técnica estudiantil alternativa a las clásicas chuletas. Consiste en colocarse las preguntas en una hoja en blanco y, en mitad del examen, sacarlas para sustituir el examen de verdad. Si sabes hacerlo, es un chollo. Eso sí, tiene bastantes inconvenientes: por ejemplo, sólo puedes hacerlo cuando sabes a ciencia cierta que vas a hecer el examen sobre una hoja de papel completamente en blanco, carente de cuños, cortes y/o/u otras señales de reconocimiento oficial. Además, tiene que hacerse rápido y con precisión, porque hay que tener en cuanta de que hay todo el rato un profe maldito vigilando. ¿Ventajas? Pues que es la bomba, ya que si consigues sacar el folio tienes todas las preguntas respondidas sobre la mesa y puedes optar por dos cosas: o copiar rápidamente para que no de el canto o entregarlo directamente. Lo segundo ya es tener mucho morro, pero hay gente que lo hace muy a menudo. Yo, por mi parte, sólo gasto el cambiazo (también llamado "changing") en casos de extrema necesidad, pero a pesar de eso ya lo he practicado más de tres o cuatro veces (gajes del oficio... ^^u).

Hoy, sin embargo, era diferente. Era diferente porque el cambiazo no iban a hacerlo dos o tres personas, no, íbamos a hacerlo todos los de la clase. Y cuando digo todos, quiero decir exactamente todos, sin excepción. Incluso la empollona. ¡Ayyy, qué mal rollo...!

Ha sido espectacular. Todos (bonita palabra) teníamos las hojas debajo de los casilleros y estábamos de los nervios. Ha entrado el Señor Profesor y nos ha encontrado a todos en posición de "estamos listos, listo, reparte". Yo estaba atacada, y por todas partes prorrumpían risitas nerviosas sin cesar. Vamos, mazo disimulado. Y, nada, hemos empezado. Al cabo de unos cinco minutos, coge el Señor Don Maestro y nos suelta, así, como quien no quiere la cosa:

-Me llama la atención que todos tengáis los resúmenes (ha puesto énfasis en esta palabra) debajo de la mesa.

-¿Los guardamos? -alguien.

-No, da igual. Sólo... es curioso.

Silencio sepulcral. Mis manos empiezan a sudar exageradamente. Exageradísimamente. Fijo la vista en el boli, contemplándolo para no estallar en carcajadas histéricas, admirándolo; es precioso, de verdad, las letras de STAEDLER de color blanco están impresas en el tubito transparente con inmensa elegancia. Uff... uf... por los pelos...

Se sienta a jugar al ahorcado (estoy segura de que es lo que hace cada vez que tenemos examen, porque siempre está de lo más entretenido ahí, calladito, escribiendo...) y yo empiezo. Mi letra es horrible, porque me tiemblan las manos y no puedo escribir con claridad. Menos mal que ha dicho "escribid con buena letra". Juder, que no me sale la "a". ¿Esto es una "s" o una "r"? Piensa, piensa, piensa... Ausiàs March... cinco Cantos. Dos mujeres. Estilo... ¿estilo? ¡Socorro! ¡Estilo! ¿Moderno? ¿Actual? No lo sé... ¡¡¡Ayyy!!!

A mi alrededor hay mucha gente que pone la misma cara que yo. Delante de mí, Sujeto B lo hace. ¡Zas! Visto y no visto. ¿Tu lo has visto? ¿No? ¡Yo tampoco! ¡Pero ya está! Algunos se levantan a preguntar algo o a coger hojas (curiosamente, todos necesitamos muchas hojas). Ahora que lo tapan, ahora, ahora ahora, ya, ya, ya, ya... ¡Mierda! A la vista de nuevo. Ala, a esperar a la próxima oportunidad. Mientras, sigue pensando. El March este... ¿no actualiza la imagen de la mujer? No sé... Bueno, lo pongo, a lo mejor acierto y todo. Paro un segundo y leo lo escrito. No puedo. Parece que lo haya escrito una persona con Parkinson. Ayy... voy a morir...

¡Eh! Ahora no está mirando. ¿A qué estoy esperando? ¡A nada! Va, a la de tres: una... dos... ¡tres! ¡OH NO! ¡Se me ha caído la hoja al suelo! (Y el mundo también, pensaba que me moría). No lo ha visto. Gracias, Dios. Pero, cuando mira hacia aquí, la verá. Tengo que recogerla. Sudo, sudo, sudo. Respira hondo y recógela. Vaaale... ¡hecho! Ahora tengo dos hojas, dos Ausiàs March encima de la mesa. Vale, es lo que quería. Pero ¿ahora qué? En la hoja verdadera tengo el dictado, ya hecho, que en la hoja del cambiazo no está. ¿La guardo? ¿Copio? Bueno, guardo la hoja del examen (la verdadera) y le digo a mi amiga que me dicte el dictado. Vale, pues en marcha (como veréis, no pensaba con claridad, se me nubló la mente).

Pero... ¡¡¡HORROR!!! A mi lado, Sujeto P ha visto mi incidente con la hoja que se caía y, después de descojonarse, opina que ¡es una idea genial! Debo remarcar que Sujeto P es la empollona y que no ha hecho nunca esto del cambiazo, aunque estaba encantada con la idea. Vamos, que ha sido de película. A la chica no se le ocurre otra cosa que coger el enorme fajos de hojas que tenía bajo el casillero y lanzarlo por los aires. "¡Ay, que se me vuela!" Y todo por el suelo. Y la completa atención del Don Señor Profe sobre ella, que está recogiéndolo todo. Y yo, al lado. Socooooorroooo.

Bueno, que yo, mientras tanto, guardo la hoja del dictado bajo el casillero. Vale, ahora tengo la buena sobre la mesa. Pero... ¡falta el dictado! ¿Cómo coño lo consigo? Le digo a mi amiga Sujeto S ¡¡¡que me lo dicte!!! En pleno examen... es que no coagulaba bien yo... Me dice que no, que no y que no. ¿Y ahora qué? Antes de mi respuesta, Sujeto B, delante de mí, hace otro cambiazo. ¡Ay la lecheee! Bueno, pues leo lo que pone en la hoja, lo guardo en la memoria y hago otro cambiazo para completar la otra hoja. ¡Ja! ¡Cabró*! El cambiazo lo hago, pero estoy tan nerviosa que finalmente no me acuerdo de nada. Sujeto B actúa de nuevo. ¡Me está tocando los kiwis ya, ¿eh?!

Don Señor Maestro oye constantemente revoloteos de papeles en clase, así que decide situarse en mitad de la clase para controlar mejor. Pa mí que ya ha pillao a unos cuantos... Mira, yo me rindo. Me aguanto con lo que he puesto yo de memoria, confío en que sepa leer mi letra (que delata mi nerviosismo) y le entrego el puñetero examen de una vez. Sujeto B ha acabado hace siglos y Sujeto P (la empo) ha conseguido dos cambiazos perfectos en un tiempo récord. ¿Y yo? ¡¡¡Nada!!!

Un consejo... cuando hagáis el changing, nunca lo hagáis comunitario... Siempre individual, por favor. Que es malo para el corazón. Ale, si por una de aquellas apruebo (¡jajajajajaja!) ya os aviso.

Besazzos,

Luli

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Luli!
Es un placer seguir leyéndote en tu nueva etapa.
Te felicito porque deduzco que el cambiazo al final te salió bien, eh? Simplemente pasaste un mal rato..
Sin embargo discrepo en cuanto a la supuesta dificultad del cambiazo masivo, creo que incluso es más fácil. A río revuelto ganancia de pescadores, dicen, y es verdad. Sin ánimo de jactarme, te lo dice alguien que ha copiado directamente del libro (en las rodillas), de chuletas (por cierto, ¿conoces la chuleta "invisible"?), y también ha practicado el cambiazo.
Por cierto, muuuy emocionante este episodio.
Un saludo de tu fiel lector.

Luli dijo...

Hola, Joseph.

Hm... ¿chuletas invisibles?
¡No, no sé qué son? (o a lo mejor no las conozco por el mismo nombre).
Y tranquilo, yo también soy una copiadora experimentada, aunque de vez en cuando también estudio, juas.

Anónimo dijo...

Chuleta invisible: escrita con un bolígrafo gastado (yo usaba bic de punta fina). A simple vista no se ve nada, sólo a cierto ángulo de luz. Ventaja: la puedes tener encima de la mesa tranquilamente como si fuera un folio en blanco más. Se usa preferiblemente para fórmulas matemáticas, listas largas, fechas, etc. Datos que es difícil memorizar, o sea, como apoyo a la memoria.
Estoy seguro de que casi siempre estudias. Me tranquiliza, je,je...

Luli dijo...

Sí, he oído hablar de ellas, pero nunca las he utilizado.
Será cuestión de probar, jeje, este año voy a tener muchas oportunidades.
Un besazzo ^^