Puede que os preguntéis quién soy yo, qué es este blog y qué utilidades ofrece a los internautas. Utilidades, más bien pocas. Mi blog no es un blog de actualidad, o un blog periodístico, o un blog que plantea opiniones críticas acerca de temas que están a la orden del día. No. Mi blog es un simple diario que trato de mantener con regularidad, donde escribo mis pensamientos, anécdotas que me suceden u otras cuestiones relacionadas con mi vida privada. Es un espacio que uso siempre que me siento sola, o que necesito ser escuchada porque, aunque cueste de creer, siempre hay alguien al otro lado que esté dispuesto a leerme.
Me hago llamar Luli Manuli (mi célebre pseudónimo), y la gracia de esta bitácora reside en el anonimato. Ya tuve una vez problemas con mi familia por un descuido mío, y me pillaron el blog que utilizaba antes, donde en más de una ocasión les ponía finos, así que (aunque seguí manteniendo la misma identidad), me mudé a este, mi segundo blog, y que ha cambiado mucho desde entonces. Dejad que me presente.
Como ya he dicho, me llamo Luli, y empecé con esto del blogging nada más y nada menos que a los 16 años. Ahora tengo 20, para 21 en breve, y he aprendido mucho desde entonces, pero en todo este tiempo nunca he dejado de escribir, aunque he tenido mis épocas de sequía, como todos. Para aquellos a quien os interese saberlo, los períodos en los que menos escribo suelen ser las vacaciones de verano, a veces por falta de Internet pero, en general, por falta de tiempo (ya sé que es mi clásica excusa, pero no deja de ser cierta).
No obstante, adoro escribir y siempre que me ocurre algo interesante estoy dispuesta a contárselo al mundo protegida tras la fachada que Luli me brinda. Soy de una pequeña ciudad de la provincia de Valencia, llamada Tavernes de la Valldigna, donde vivo con mi familia al completo: padre, madre, hermana y perra. Ahora mismo estoy viviendo en Valencia también (después de mucho ansiarlo), en un piso de estudiantes compartido, ya que estudio Comunicación Audiovisual en la Universidad.
Soy una chica de lo más normal, sin una vida demasiado emocionante pero a la que, irremediablemente, siempre le pasan cosas nuevas. Destaco por tener mala suerte y por mi continua batalla contra el Señor D (o Destino), que a veces me fríe a casualidades poco agradables. Mi filosofía es que a los peores momentos hay que echarles un poco de humor, aunque en el momento no sea posible, pero he comprobado que es eficaz.
A lo largo de todos estos años, me he dado cuenta de que, cuando escribía aquí en el blog algunas de las cosas que, en su momento, me parecían el fin del mundo (como copiar en un examen, que un profesor te riña en clase, o hablar en público), después, al leerlo (porque Luli SÍ que relee de vez en cuando sus entradas), me entra la risa o recuerdos del pasado. Mi blog se ha convertido en algo muy especial para mí precisamente por eso, por la enorme cantidad de recuerdos que almacena. Pequeños detalles que, quizá, no recordaría de no ser por su existencia en esta web (o loft internetarial, como lo llamo yo).
Igual que tengo un diario de papel, donde plasmo íntimos secretos que no cuento a veces aquí, las cosas que escribo aquí (y, sobre todo, la manera de escribirlas) tampoco la repito en el diario de mi puño y letra. Complemento mi vida en esas dos esferas: la digital y la manual.
¿Por qué el anonimato? ¿No sería más sencillo poner mi nombre en el perfil, una foto a lo Facebook y ponerme a rajar de mis amigos con nombres y apellidos? Claro, pero ¿qué cara se me quedaría si, alguna vez, por la más remota casualidad, alguien se topara con esta página y me viera criticando a todo el mundo? Gracias, pero no. Es mucho más sencillo hablar de Sujetos X y Sujetos Y para mencionar a mis allegados.
Así pues, esto es todo lo que tenía que decir sobre mí por ahora, todo lo que debéis saber de Luli. Si os ha gustado, solo tenéis que adentraros en mi maravilloso mundo de lo cotidiano y seguir leyendo los emocionantes episodios que le suceden a veces a una chica normalita de 20 años para 21: es posible que os sintáis identificados, es posible que no. Puede que os haga gracia lo que escribo, o puede que os aburra hasta la médula, o tal vez os haya picado el gusanillo de la curiosidad, por lo que quizá entréis a formar parte del club de los lulilectores (mis adorados lulilectores), o quizá no.
Sabed que podéis comentar a cualquier hora todo lo que queráis (excepto críticas destructivas, contenido ofensivo o material impropio para el tipo de blog que es este, por lo que los comentarios serán moderados y eliminados). Por lo demás, os invito a echar una ojeada a la evolución de una adolescente y a seguir leyendo sus aventuras diarias; seréis bienvenidos, escuchados y respetados.
Para contactar conmigo solo tenéis que mandarme un correo electrónico a luli_manuli@hotmail.com Siempre promuevo la participación de mis lectores, a los que trato de responder personalmente en el menor tiempo posible, porque este blog no es unidireccional: muchas veces me veréis pediros consejo o consuelo, así que no os cortéis a la hora de hablar conmigo: aunque a veces desaparezca por cierto tiempo, siempre acabo volviendo para hacerme cargo de todo lo que ha sucedido durante mi ausencia.
Estoy encantada de haber podido viajar hasta aquí con vosotros: los de siempre y los que aún están por llegar. Haber abierto un blog donde poder vaciarme de vez en cuando ha sido la idea más feliz que he tenido en mucho tiempo. Os doy las gracias por seguir haciendo que me sienta especial en mi pequeño Luliespacio.
Siempre vuestra,
*Luli*
Besazzos para todos.
Para más información podéis leer la primera entrada que publiqué con 16 años, donde me presentaba al mundo con mucha ilusión y picardía (y no porque lo diga yo xD).
Pinchad aquí para ver la entrada.
Para más información podéis leer la primera entrada que publiqué con 16 años, donde me presentaba al mundo con mucha ilusión y picardía (y no porque lo diga yo xD).
Pinchad aquí para ver la entrada.