viernes, 17 de octubre de 2008

Hora clave: las 14.11 p.m.



Lulilectores:


No sé si recordaréis la entrada que publiqué hace dos viernes, aquella entrada llamada Lulimomento. Pues bien... mis oraciones (junto con las de Dios, Buda, Alá, Yavë, Ra, Isis, Venus, Zeus, Cupido, Yavanna, Karevan, Brad Pitt, Motadelo, Filemón... y toda la retahíla... -perdón si no os nombro a todos, pero sobreentended que estáis en la lista- *Luli habla con sus dioses*), en fin... pues eso:



¡MIS ORACIONES HAN SIDO ATENDIDAS!



He vuelto a coincidir con el pelirrojo del tren en el tren (que no en el mismo vagón T.T). El tren en cuestión: el de Cercanías vía C2 de las 14.11h con dirección Gandía -no efectúa parada en El Romaní ¬¬ -.


Como siempre, Luli se acababa de pegar la gran carrera para bajar del metro (subir la Escalera Interminable inclusive) y llegar al tren a las 14.08 (cuando pasa de este minuto ya no hay sitio para sentarse hasta Catarroja). Jadeante y sudorosa he entrado en el segundo vagón porque el primero ya iba lleno... ¡error! Tendría que haber entrado en el primero.


Me ha tocado sentarme delante de un prehistórico matrimonio francés y, al lado, había una mujer con dos hijos pequeños que me han dado el viaje a mí y, en especial, a la señora que tenían enfrente, porque el nene chiquitín no paraba de pisarle los pies. Había un tercer hijo más mayor, de unos doce años, que en un momento dado me ha hecho gracia porque, como no había sitio para que todos pudieran viajar juntos, el chico se ha tenido que sentar solo delante del servicio (¿puede haber peor sitio?). Y los niños pequeños, que no se estaban quietos, iban y venían de la madre al hermano, y el pequeño le dice:


-¡Tinc pipi!


Y el hermano mayor, harto ya, coje y le señala el servicio, a la vez que gruñía:


-Pos ves al váter.


*Remarco que el pequeñín tendría sobre unos 4 o 5 años -es decir- no es autosuficiente*


Bueno, quitando esta anécdota, pasemos a lo importante.


Cuando el tren ha parado en Cullera no me he podido resistir a mirar atentamente por la ventana y... ¡¡¡SÍ!!! Qué potra he tenido. Potra en dos aspectos:


1) En el sentido de que he visto al chico pelirrojo -Diossss *¬* hoy iba con una camiseta gris que le marcaba los abdominales y llevaba en un pícaro gesto el billete del tren en la boca.


2) En el sentido de que se ha sentado en el primer vagón y le he podido ver pasar. Si hubiera estado más lejos (en el tercero, cuarto...) no le hubiera visto porque, además, yo no estaba en la ventana del andén sino en la opuesta; he tenido que estirar el cuello para divisarlo.


Vamos, que se me ha pintado una sonrisa en la cara que ni siquiera los niños me han conseguido borrar cuando han empezado a saltar por los asientos vacíos y la señora y la madre comenzaban a cambiar las primeras palabras amables. Y ahora...


PROPÓSITOS PARA EL VIERNES QUE VIENE:


-Arreglarme un poco: esto es, ponerme lentillas y pintarme la rallita para que no se note que la llevo (me sale genial).


-Escoger cuidadosamente la ropa: ha de ser bonita pero, a la vez, práctica -con ella tengo que poder correr sin dificultades; además no debe ser muy calurosa o me agobiaré después de la carrera.


-Aligerar mi mochila o bolso (cuestión de aerodinámica)


-(Muy importante) NO PERDER EL TREN DE LAS 14.11h


-Una vez en el tren, subir en el primer vagón e ir recorriéndolo todo hasta que le vea y tratar de sentarme cerca, como quien no quiere la cosa.


-Llevarme algo que hacer en el tren porque, si consigo mis propósitos, está claro que no me podré pasar el viaje mirándole la cara, además, me pondría muy nerviosa y cantaría en seguida.


-Por último, estaría genial que él ya estuviera en el tren para cuando yo llegue, más que nada porque así ya lo ficho; si llega después sólo el azar (ejeeeeemm... SEÑOR D ¬¬) podrá lograr que coincidamos. Aunque está claro que esto no depende de mí.


Bueno... ahora que ya he trazado el plan, sólo falta volver a pregar fervientemente a todos mis dioses para que se cumpla positivamente, y confiar en que Señor D no me tome ojeriza ese día. Ya se sabe que, cuando uno suele planear las cosas, salen mal, pero no está de más intentarlo si, total, el no ya lo tengo.


¡Ánimo, Luli!


BesaZZos,



*Luli*



P.D.: Como habréis observado, soy una loca frívola y caprichosa, pero en estos momentos me da igual lo que penséis, el pelirrojo lo vale *¬* (*Luli pone cara de colgada*)

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