lunes, 8 de junio de 2009

La espinosa cuestión de los 20 euros



Queridos lulilectores...


Llevo una racha impresionante. A parte del estrés de los exámenes y de mis complejos bridgetianos (porque, sí, lulilectores, me siento como Bridget Jones: moriré gorda, vieja, solterona y amargada), tengo otro problema que me está quitando el sueño y en el que me estoy dejando la vida. Empezaré desde cero.


Resulta que yo, como usuaria habitual de Renfe y del servicio de trenes, me fui un día cualquiera a la estación a comprarme el billete de 5,30€ con uno de 50€, para cambiar y tener dinero toda la semana. Y la gorda (porque está gorda) de la taquilla me dio dos billetes de 20€ y moneditas.


Pues resulta que uno de esos billetes de 20... era falso. Yo no me di cuenta, pero esa misma tarde fui a Mercadona a pagar unas compras y la cajera se puso a toquetearlo para confirmarme, delante de toda la clientela, que, efectivamente, me lo habían endosado (no creo que sea necesario describir todos los colores que me debieron pasar por la cara en ese momento). Después de la vergüenza, me hirvió la sangre pensando en la gorda de Renfe, pero los 20€ y el mal trago los seguía teniendo yo.


Reclamar es inútil, eso es evidente. Al banco, tampoco voy a ir porque me los confiscan y no me hace ninguna gracia que me quiten 20€ estando mi bolsillo tan pobre como las ratas, vale, no pasa nada, me dije, intentaré volver a colárselos a la de Renfe. ¿El problema? Que no la he vuelto a ver desde entonces y las otras dos están más espaviladas, porque las he visto rascar billetes de la gente para comprobar su valor.


Además, es que se nota un montón que el billete es falso, está mal cortado y no rasca bien, lo que pasa es que yo, a las 8 de la mañana y pendiente de no perder el tren (a la vez que medio dormida) pues ni me enteré de que me los habían colado (espero que sin mala intención, porque si no la gorda y yo acabaremos mal).


Bueno, no pasa nada, me digo. Intentaré colarlo yo también, me dije (lo típico). Mi padre (El Grandísimo Rey del Mambo), me aconsejó que lo intentara en el horno de la esquina, pero a los pocos días desistí porque la panadera salió en las noticias por ser famosa como "una gran detectora de billetes falsos", puesto que dieron la noticia por la tele. ¡¡¡Mira que han tenido tiempo para informar en los telediarios de que hay que tener cuidado con los billetes falsos!!! ¡¡¡Y mira que ha habido circulación de billetes!!! Pues a Luli, como buena víctima del Señor D, se le junta todo (para hacerlo más interesante, si no no tiene gracia): información y billete.


Me siento como en una especie de juego de rol absurdo en el que todos los problemas te tocan a ti para ver de qué manera sales adelante (aunque nunca he jugado al rol, pero en fin, creo que se me entiende). ¿Y a quién le cuelo yo ahora los 20 euros? Porque cuando llevas un billete falso pero no lo sabes, no pasa nada, pero cuando eres consciente de ello, de repente todo el mundo te parece más suspicaz, desde la quiosquera de 50 años hasta la dependienta de 20.


Buscas víctimas, lo planeas vilmente. Se lo colaré a la de la carnicería de la esquina, que tiene pinta de inútil. O no, mejor a la pastelera de la calle mayor, que suele haber mucha gente y a lo mejor no se da cuenta. Al final se me ha ocurrido ir al puesto de chucherías del paseo "a ponerme saldo", pero la máquina estaba rota. ¿Y he hecho todo el viaje en vano? No, Luli, ya que estás lo intentas.


Me he comprado un paquete de pipas y unos chupa-chups... y he sacado el billete. La mujer (que me conoce, eso es lo peor) se ha puesto a hablar distraídamente pero de pronto va, lo examina y se pone a rascarlo... ¡hola! pero si este billete es falso, chica. Había dos clientes más, un señor mayor y una anciana, se han puesto a aconsejarme que intente colárselo a alguien, que no vaya al banco, que me lo confisacarán (¿¿¿de verdaaaad??? ¡¡¡Qué idea!!! ¿Cómo NO se me habrá ocurrido antes?).


La del puesto diciéndome que cuánto lo sentía, que le sabía mal, pero que se nota en seguida, y se han puesto a charlar animadamente del asunto mientras yo pasaba (por segunda vez) una vergüenza de narices (narizudas, en este caso). Supongo que ahora esa señora se fiará menos de mí, es lo que tiene.


Pero es que el asunto me ha abatido, no entiendo por qué me tiene que pasar todo a mí. Ya no sé si volver a intentarlo, porque a este ritmo todo el pueblo se enterará de que tengo un billete falso (y en Valencia ni me atrevo a sacarlo, allí la gente parece mucho más avispada), pero es que, por otro lado, paso de perder 20 euros porque sí.


¡Cómo odio a la gorda de la Renfe! No me la volverá a colar y, es más, si puedo, intentaré estacárselos a ella, aunque ese día justamente le de por rascarlo (que no sería raro que pasara). Pero, mientras tanto, el problema lo sigo teniendo yo y, eso, unido a mi mala suerte, pues ya me veo detenida en comisaría si esto sigue así.


Diosssss, no hay derecho.


Encima tengo otras preocupaciones, porque tengo que buscar trabajo para este verano, como siempre, a última hora, y veremos si tengo suerte y me cogen en algún lado porque si no lo voy a tener difícil con mi padre. Estrés, estrés, estrés.


Bueno, os dejo por hoy, lulilectores, a lo mejor es la última vez que escribo porque, con lo bien que me va todo, igual me atropella un camión dentro de poco, o me muero del asco (¬¬).


Besazzos,


*Luli*


P.D.: Desde aquí, un mensaje para los falsificadores de billetes: o lo dejáis estar o, por lo menos, esforzaos un poco en las copias, que luego la gente torpe como yo lo pasa mal.

5 comentarios:

Teresa dijo...

Luli!!! He vuelto!!! Y, ¿sabes? te he echado de menos ^^

El billete... bueno, a mi madre le colaron uno y ni se enteró, y fue a pagar con el al Corte Inglés.

Bueno, aún recuerdo el hombre con un paraguas (estaba lloviendo) pidiendo que lo siguiéramos. Era bastante peliculero acompañar al hombre con paraguas al cuarto oscuro.

No fue nada pero lo pasamos tan mal que yo... bueno, creo que no se lo intentaría colar a nadie.

Pero bueno, ¡que haya suerte!

¡Bss Luli!

Luli dijo...

Hola!!!

Oh, qué mes de reencuentros. Me alegra ver caras conocidas, de verdad =)

Sí, aún estoy pendiente de los 20€, pero también me da bastante palo. Ahora mi estrategia es diferente: los llevo siempre encima por si acaso y, si en algún momento surge la ocasión, ia intentaré aprovechar, pero paso de ir de establecimiento en establecimiento tratando de engañar a la gente, no sacaré ningún provecho...

Ya os contaré el final de esta aventura, si es que acaba algún día.

¡¡Besazzos!! ;)

Ilusia dijo...

¡Hola!
Primero, gracias por pasarte y firmarme en mi blog. Hace tiempo que lo tengo abandonado. Sigo actualizando el fotolog. Pero quiero ponerlo al dia ;)

¡Que cosas te pasan! no te puedes quejar de que tienes una vida aburrida! xD. Y si, es una putadica lo de los 20 euros...(que cabrona la mujer de renfe jeje).

Ahora hay que pensar: ¿que es lo que debes hacer? Como "buena persona" deberias llevarlos al banco, pero, evidentemente, perderias 20 euros que te corresponden. Entonces lo más lógico sería endosárselos a alguien, aunque no correcto xD

En fin, me alegra que hayas vuelto a escribir!

Un beso!

Luli dijo...

Es que... es un dilema, lo mires por donde lo mires.

Bueno, veremos cómo acontecen los hechos. Gracias por tu apoyo ^^

Besazzos =)

Luli dijo...

Breve mensaje: la historia ha llegado a su final.

¡Los he colado!

A un señor que regenta un quiosquito de mala muerte en Valencia. Me ha dado mucha pena endosárselos, en serio, me he sentido fatal. Pero era matar o morir.

Ni se ha enterado. Pobrecillo.

A partir de ahora tendré más cuidado para que no me vuelva a pasar una cosa así; siempre rascaré los billetes y me fijaré en ellos con atención, entre otras cosas para evitarme el mal trago de tener que engañar a alguien.

Sí, es una victoria. Pero sabe amarga. =(

Besazzos.