miércoles, 4 de marzo de 2009

Y tú, ¿eres feliz?




Queridos lulilectores...


Hay cosas que te hacen reflexionar en la vida. ¿Recordáis cuando hablé sobre Amèlie? Hoy -ahora- acabo de ver otra de esas películas que, por alguna extraña razón, te dejan huella. La película en sí es una pastelada americana para adolescentes, se llama The Perfect Man, con Hilary Duff, acaban de echarla en Canal 9, pero tiene... ese algo.


Aparecen esos valores tan interesantes que alguna vez he comentado. Habla sobre las relaciones entre las personas: ¿huir es la opción correcta cuando alguien te hace daño? ¿Cómo reunir el valor necesario para afrontar los problemas, las preocupaciones, los miedos? ¿Cuál es el camino correcto a seguir? ¿Cómo encontrar ese camino?


¿Sabéis? Hoy me apetece hablar de la felicidad. ¿Qué es la felicidad? ¿Quién es feliz y quién no? ¿Dónde está la línea que separa estos conceptos? ¿Qué es necesario ser para ser feliz? ¿La felicidad es un fin o es un medio? ¿Soy la única tonta que se hace estas preguntas o solo soy una más del montón, del enorme montón, que no hallan las respuestas de estas preguntas?


Muchas mañanas me levanto, me miro al espejo y me digo: soy horrible. Si tuviera la espalda más estrecha y la nariz más fina, sería perfecta. Si fuera perfecta podría llevar esa ropa que tanto me gusta: camisetas pequeñitas de tirantes que tan bien les sientan a los maniquís y a las chicas finitas, pero que a mí no me favorecen. Si pudiera llevar toda esa ropa y fuera más mona de cara, sería más atractiva, podría presumir de ello. Llevaría peinados pijos, quizá me lo tendría un poco creído, me sentiría guapa y popular. Pero, como no tengo nada de eso, me sigo viendo horrible.


Sin embargo, muy pocas veces me paro a pensar: ¿Eso que quiero realmente me haría más feliz? ¿Ser guapa y popular es el equivalente a ser feliz? No, me contesto, hay muchas chicas que son guapas, ricas y famosas y tampoco son felices, eso lo sabe todo el mundo, no hay que ser tan ingenuo. Pero esto, en vez de tranquilizarme, me inquieta todavía más.


Yo comprendo que una persona que vive, pon por caso, en Nigeria, que no tiene un techo bajo el que vivir, que no tiene agua ni comida, apenas tiene ropa, vive en la más absoluta miseria, tenga que alimentar a sus hijos (o venderlos para poder comer), que contraiga enfermedades... en fin, comprendo que no sea del todo feliz.


Pero entonces... una persona que lo tiene todo, o que, al menos, tiene todo lo que en Nigeria la mayoría de la gente no tiene, posee dinero, una familia, amigos, cierta reputación, el coche... esas cosas materiales que mueven nuestra sociedad; si esa persona no es feliz... ¿por qué es?


Yo, por ejemplo, tengo un montón de cosas.


-Tengo un ordenador portátil de uso personal.


-Tengo un teléfono móvil, una cámara de fotos y un iPod nano de 4GB.


-Tengo una habitación propia con balcón.


-Tengo montones y montones de libros.


-Tengo ropa y un armario con espejo (el de mi hermana no tiene espejo).


-Vivo en una zona con buen clima, cerca de la playa.


-Tengo amigos y una familia que me quiere.


-Voy a la universidad.


-Soy trilingüe.


-Entre otros.


No obstante, no me considero una persona feliz. No me despierto por las mañanas con una sensación de paz que me permita estar en armonía con el mundo. Más bien, cada vez vivo más y más frustrada, por cualquier tontería me enfurruño. Este año, por ejemplo, me he sentido muchas veces terriblemente desdichada por no poder vivir en un piso en Valencia. Quería cambiar de aires deseperadamente, largarme de mi pueblo, ir fuera. Ansiaba una mayor autonomía, más libertad.


El Señor D, tan simpático él, se rio en mi cara. Me dio con la puerta en las narices y tan contento. Adiós, muy buenas, yo no te conozco y si te he visto no me acuerdo. ¿Y qué hice yo? ¿Acaso me alegré porque, al fin y al cabo, había entrado a la primera en la carrera que quería sin ninguna preocupación, sobrada de nota, cuando otros se habían tenido que quedar fuera porque no quedaban plazas? ¿Acaso me conformé con quedarme en casa donde, después de todo, mi madre hace casi todas las tareas domésticas, cocina y vivo sin más molestias de las habituales?


Noooo, habéis acertado todos. Empecé a quejarme y a compararme con otros. Por ejemplo, con Sujeto B, la chica que una vez puse a parir y que parece que haya vivido toda su existencia en un cuento de hadas. Yo había estudiado más que ella en Bachiller, tenía mejor nota, me había sacrificado más, tenía ochos donde ella sacaba cincos o seises. Y, sin embargo, ella ahora vive tan contenta en un piso con una de las chicas con las que iba a vivir yo (para más inri), está superfeliz con su supercarrera y, además, no le importa restregárselo a quien convega por los morros. Pero no solo es eso, había un montón de cosas más que no eran de mi gusto, a saber: ir y venir en tren todos los días, tener que levantarme dos horas antes que el resto de mis compañeros, no poder ir a las fiestas y cenas sin tener que depender de alguien, tener que seguir soportando a mis padres y a mi hermana...


Volvemos a lo de antes: si estuviera en un piso y no tuviera toda esa parafernalia de la que despotricar... ¿sería feliz entonces? ¿O, conociéndome como me conozco, encontraría otros cien motivos más para sentirme insatisfecha? De nuevo, opción B.


Hm... por lo visto, pues, no se trata de tener cosas. ¿Tal vez el amor tenga algo que ver? Una amiga mía -aunque vive en el País de las Maravillas- cree que la felicidad solo se puede conseguir si estás enamorada. Perdón, corrijo, si estás enamorada no. Si tienes novio. Su mundo gira en torno a los novios. Recuerdo que, cuando estaba soltera, se pasaba las largas horas que charlábamos por teléfono repitiendo que su vida era una mierda porque estaba sola. Yo todo era decirle que no estaba sola, que tenía una familia, amigos con quien hablar, que la escuchaban, que la apoyaban. Y ella, obstinada, que no, que estaba completamente sola. Que las chicas con novio siempre tenían alguien a quien llamar para que les hiciera compañía, para que las mimara. Me puso de ejemplo a todas nuestras amigas de la pandilla. Ajá. Bien. ¿Y?


Ahora ella tiene novio y se ha sacado el carné de coche (a la cuarta, esa es otra de las grandes cosas que afectaban a su felicidad). La última vez que hablé con ella parecía como si flotase en una nube. La habían cogido como cantante en una orquesta (Ella ya ha triunfado*), para colmo, y estaba supercontenta con el planeta, con sus habitantes y demás milagros. Me dio una envidia cochina escucharla, después se me pasó y estuve reflexionando largo y tendido sobre ello. Vale, tiene novio, pero el novio siempre la está maltratando, me dije, la hace sufrir y muchas veces me llora por teléfono contándome la última. Y se va a dejar la carrera porque quiere estudiar magisterio. En vez de aprovechar el año, se pasa la vida en la calle, fumando porros y dando vueltas en el coche. Es inculta e ignorante, aunque inteligente, eso sí. Es escandalosa. No recuerda que su vida antes estaba vacía, exageradamente vacía, porque estaba sola, y ahora está ¿exageradamente llena?


¿Sería yo feliz si tuviera un novio? Yo, lo último que tuve relacionado con los "novios" fue un rollo de una noche que me desmontó todos los esquemas y que ahora me carcome día y noche el cerebro. Es más, por mucho que ahora El Listo se dejara a su pava novia y se viniera conmigo, tampoco lo disfrutaría porque sé que es un cerdo traidor, y no podría vivir tranquila, siempre estaría pensando mal de él, lo cual no creo que contribuya mucho a ser feliz. Bueno, en contraposición mi hermana está enamorada y se la ve más contenta desde hace unos meses. Quizá influya. Pero no creo que sea un factor decisivo.


Entonces... ¿cómo demonios se es feliz? Yo supongo que mi mayor problema está en que tengo un modelo equivocado de la felicidad; la literatura, las películas, las influencias externas nos han inculcado un falso ideal sobre la verdadera esencia de la felicidad. Entre todos le han dado forma a esa palabra y, por ello, nos vemos obligados a creer que, de hecho, es así. Todo lo que no se ajusta, no es felicidad. Si no eres guapo, no puedes ser feliz. Mucho menos si no eres rico. Si no tienes piso en Valencia, si no tienes novio, si no tienes carné de conducir, no eres feliz. Y, lo que es más, tienes que asumirlo. Parece que el mundo entero me está gritando: ¡¡¡QUE TÚ NO TIENES DERECHO A SER FELIZ!!!


Pero... ¡es que quiero ser feliz! Ahí está el quid de la cuestión. Quiero ser feliz a pesar de no tener ni piso, ni dinero, ni belleza, ni novio, ni todas esas monadas. Esto, literalmente, significa que, como no soy feliz porque no tengo ninguna de esas cosas, quiero aprender a serlo a pesar de ello. Que alguien me muestre el camino, el modo.


La felicidad está en las pequeñas cosas... salta mi padre. En el día a día. En las personas que te rodean. Mentira. Eso me suena a hueco. Sí, porque lo pienso y, de nuevo, llego a tristes conclusiones. ¿Acaso soy feliz cuando mi madre me dice "pon la mesa"? No. ¿O cuando estoy recogiendo la ropa tendida? Tampoco. Y, si lo soy, no me entero. A lo mejor es eso. No sé apreciar la felicidad cuando la tengo delante de los morros.


¿Eso quiere decir que la felicidad entonces no es ese sentimiento grandioso y puro que te hacen ver en las peículas? ¿Que, en realidad, la felicidad es tan ínfima y discreta que no somos capaces de percibirla cuando se presenta? ¿Es felicidad, por ejemplo, la ilusión que me hace ir a Torrevieja este fin de semana? Pero... en ese caso... ¿es infelicidad la rabia que me da el hecho de que ahora le haya dado al tiempo por llover? ¿Es felicidad un rato de risas con amigos? ¿O ver una película ñoña que te toque la fibra? ¿O tener pan y agua cada día sobre la mesa? ¿O, más abstacto aún, dar las gracias a la vida?


Quizá, si alguien ha contestado que sí a estas preguntas, deba plantearme otra más: ¿Somos todos felices pero estamos tan ciegos que no sabemos valorarlo? ¿Es más feliz el nigeriano, en su miseria, que la supermodelo rica y famosa? Si así es... ¿cómo lo ha logrado? ¿Cómo puedo lograrlo yo? ¿Cómo ser feliz o, si lo soy, darme cuenta de ello? ¿Ser feliz es mi objetivo? ¿Y qué haré cuando sea feliz? ¿Se me acabarán los problemas? ¿Ser feliz significa no tener preocupaciones? ¿Mi vida cambiará con la felicidad? ¿En qué aspectos? ¿Por qué?


...


¿Y tú? ¿Tú eres feliz?



Besazzos,


*Luli*




* Ella ya ha triunfado. Consultar la entrada para más detalles. También sirve la de Me altero. Tratan de la misma persona.

7 comentarios:

Nitzy dijo...

Creo que la pregunta de si somos o no felices se la hacen miles de personas en el universo, yo misma hace unos años escribi sobre aquello, y creo que es por naturaleza humana de saber, conocer y dar respuesta a todo, lo que nos lleva a preguntarnos..Que es la felicidad? somos felices?


Para mi no es un estado, no esta en los pequeños momentos, esta mal decir... soy inmensamente feliz, ya que la felicidad para mi es el estado maximo de satisfaccion, por lo tanto eso seria en los ultimos dias de un ser humano, cuando se conforme realmente con lo que a logrado en su vida.... o tal vez, la felicidad como muchas cosas en la vida, depende de como lo mire cada persona, a lo mejor en este momento un niño en africa que tiene un pedazo de pan es feliz....


Cuidate mucho!!! Que estes de lujo!
Besotes!
bye

Shemyr dijo...

Es que da para la cagada.
Me gusta la manera de presentarlo, y
se puede ser feliz mientras se anda en moto
o mientras se salta de un lugar muy alto, antes de imaginar el choque.
Soy feliz cuando escribo en mi máquina olivetti, lo que escriba es tan indiferente.
Se dijéramos que la felicidad consta de "la sesación" podríamos ser felices siempre y cuando consideráramos que la felicidd radica en "sentir cosas" por lo que, mientras sientas, eres un ser con posibilidad y probabilidad absulota de ser feliz.
- qué huevada más freak -
Si se fuera feliz ern conciencia, si el objetivo fuera sentir y no ser feliz, que la felicidad es una sensación ambigua, podrías ser feliz mientras sientes la no felicidad, cuando te sientes infeliz, envidiosa, cuando estás triste, lloras, gritas, gruñes, toda sensación es la posibilidad de existencia, "la gente cobarde es la gente feliz" hay gente que nace con la puta opción de felicidad , termina con el novio y tiene otro, esa pinche compañía es la que define su puta existencia, esa mierda es la que tieen por vida, nacen condinero y departamentos, a los 15 años el padre les da vehículo, tienen para pagar el café a todas las novias, bla blá, esa porquería está definida por concepto social. yo quiero un cuarto con ventanas de madera y ver el mundo en escala de grises a veces, un sexo en cantidad apropiada y no quedar calvo muy joven. Eso es casi una burdez frente a todo lo que presentas. Pero jamás he viajado más de 3000 kilómetros fuera de mi casa y es una abominación. Pero soy feliz viajando, a veces
Yo necesito sentir, junto a alguien o sin alguien y que ese sentir me haga mierda el alma (si es que existe, es tan ambigua) y vivir sintiendo, cuando no sientes, viene la infelicidad, lo que falta es "sentir" cosas, con otro, de otro, con el asiento acariciándote las nalgas o el maldito aire de Valencia desengrasándote el rostro y abriendo tus poros.
entonces sientes el "vacío", entonces no sientes o el sentir te resbala.
La puta carencia.
No conozco la felicidad, muy pocas veces he enunciado el concepto.
Pocas veces uso el concepto alma.
Lo que más necesito es sentir.
Besos inadjetivados.

*feliz es sustantivo y adjetivo.

Luli dijo...

¡Hola!

He vuelto de mi fin de semana, por eso he tardado un poco en publicar vuestros comentarios.

Creo que los dos tenéis algo de razón, la felicidad es o puede ser algo abstracto pero, ante todo, es una cosa muy abstracta. ¡Muchas gracias por opinar!

Besazzos! =)

Noviembre dijo...

Me encanta leer cuando la gente se ralla,jaja, porque te a pasado lo que a muchos nos pasó, o a otros les pasará, y otros no se preguntaran nada en toda una vida.

Sabes, empece a escribirte un comentario, pero se hizo demasiado largo, y pense:"esto merece una respuesta mejor", asique voy a escribir una entrada de esto; porque son cosas que me pregunte yo en una temporada no muy pasada, y nunca lo escribí, asique ahora lo hare. Al menos son las respuestas a las que yo llege.

De momento, te felicito por cuestionarte las cosas que la sociedad nos impone, y no aceptarlas como credos. Mientras te lo cuestiones todo, esa sera tu autentica inteligencia, no los conocimiento que uno puedas aprender en la escuela, instituto, universidad, libros, etc.

Un saludo!!
P.D: si te sientes atrapada, algo mas practico y factible que irte a vivir a un piso sería un viaje, por pequeño que sea. Viajar siempre te abre la mente, y cuanto mas viajas, mas valoras tu "hogar", ese lugar al que siempre vuelves por muy poco atractivo que sea. Viaja!te lo recomienda una viajera pobre,xD.

Anónimo dijo...

Opino que la felicidad no es algo que exista en sí mismo. No se puede buscar la felicidad como si fuera una cosa. Es un resultado, un producto, un derivado, una ecuación entre deseos...y posibilidades de realizarlos.

La pregunta sería: ¿qué deseo hacer? y sobre todo ¿Cómo deseo ser? Pero en el yo profundo, no lo que se supone que tienes que hacer o desear para contentar a los demás.

Cuando despejes esa incógnita, te habrás adentrado por un camino, digamos "el camino de la felicidad", sabrás que vas por ese camino, y que a la felicidad nunca se llega del todo, siempre está un paso más allá. Porque el ser humano es por naturaleza un pozo de deseos. Pero...disfruta del camino, porque no se trata de llegar a ninguna parte, sino de sentir el placer del viaje que es la vida.

Creo que me he ido por las ramas de la abstracción.

La sociedad actual nos condena a la infelicidad al inculcarnos un sinfin de deseos banales que...ni siquiera podemos satisfacer. Es una mentira. Viviendo una mentira desde luego que no se puede ser feliz.

Sé tú misma. Creo que sabes a qué me refiero. Cuando sientas esa satisfacción interior habrás iniciado el camino.

Menudo roollo estoy soltando.

En realidad detalles como lo del piso en Valencia, vida independiente, etc, sí que influyen, porque justamente te permitirían comportarte con más libertad, lo de ser tu misma, renacer. Una nueva Luli con menos condicionamientos. Aunque también lo puedes hacer en casa de tus padres...eso si, quizás ellos se lleven alguna sorpresa.

Creo que me he pasado.

Un besito.

Luli dijo...

No creo que te hayas pasado para nada. Es una reflexión como cualquier otra (la que reflexiona demasiado últimamente soy yo, de hecho). Creo que debería dejarme de decir memeces y limitarme a contaros mis fines de semana -en este caso, el de Torrevieja, por ejemplo.

Noviembre, también creo que cuando la gente hace cosas que les gustan (como leer para animarte, por ejemplo, eso que decías al principio de tu comentario) se siente mejor y, por ello, un poco más feliz.

Un gran tema, el de la felicidad. Me pregunto cuándo me llegará el momento de descifrarlo por completo.

¡Besazzos! ;)

marta dijo...

The perfect man, la vi hace algunos años, tan sólo recuerdo que me gustó :)

Lo que planteas en sí es algo difícil de describir. La felicidad... ¡hay tantos y tantos motivos para ser feliz! ¡y a la vez hay tantos para no serlo! De cada día estoy más convencida de que la felicidad tan sólo consiste en un equilibrio, un equilibrio entre lo que poseemos, lo que no tenemos, y lo que deseamos.

Yo, hoy por hoy, me considero feliz, aunque sé que ésta no es la felicidad que yo busco, necesito una felicidad más plena y duradera, quizás esa búsqueda es la que en ocasiones nos hace sentir infelices.



Un beso MUYGRANDE :)