lunes, 25 de febrero de 2008

Me miran raro



Hola a todo el mundo.

Después de narrar la larga y complicada historia de amor entre dos profesores, vuelvo a la normalidad con noticias de mi vida.

Bien, en estos momentos estoy todavía sumergida de lleno en el interminable mar de los exámenes (me quedan seis, tres de ellos esta semana), pero voy algo más relajada, de modo que me he prmitido pasarme por aquí para sacar este precioso loft a flote. He tenido algún visitante nuevo que otro, pero no sé qué es lo que ha estado pasando con el contador de visitas en mi ausencia, porque me ha estado dando problemas. Lo he tenido que borrar y poner uno nuevo -más feo, por cierto, es una lástima que no estuviera el diseño que a mí me gustaba-, lo he dejado en 650, que es más o menos donde se había quedado. ¡A ver si la cosa sube, que tuve una temporadita increíble! Será cuestión de promocionarme por ahí...

En fin, volviendo a mi vida, hoy quería hablaros acerca de dos chavales que, emulando el título, me miran raro. Cuando digo raro no quiero decir mal, entendedme, pero es que hay algo en ellos que me intriga y, al mismo tiempo, me irrita.

La historia empezaría más o menos este verano, cuando empezaron a venir a mi finca todas las tardes para ir a la piscina, porque tienen un amigo que vivie allí desde siempre. La verdad, nunca me había fijado en ellos: sólo me sonaban de vista porque de pequeños (esto es, de siete a diez años, más o menos) iban conmigo a clase de solfeo. Pero sólo durante dos o tres años, nada más, y de todos modos nunca tuve relación con ellos. Eso sí, ambos tienen un año menos que yo.

La cuestión, que me olvidé hasta, lo dicho, este verano porque los vi un par de veces rondando por la finca. Uno me llamaba especialmente la atención porque a mi hermana le gustaba y yo me aprovechaba para pincharla. Además, mi hermana y sus amigas (cuadrilla de pijas sin valores) se juntaban con ellos algunas tardes, así que los conocía de eso y nada más. Poco después, el que le gustaba a mi hermana se echó novia y mi hermana perjuró que ya no le gustaba (claro, qué iba a hacer), así que lo dejé estar.

Un sábado de tantos este verano, en la discoteca (yo iba achispadita, todo hay que decirlo), de repente viene y se me acerca el otro (no el que le gustaba a mi hermana). Me quedé extrañadísima, pero bueno, el tipo me vino con un madrileño o así que me quería conocer. Yo le sonreí y le dije:

-Ya, ¿pero tú quien eres?

-Sujeto A, íbamos de pequeños a música.

-¡Ah, sí!

O sea, que el tío se acordaba. Me resultó raro, pero yo cumplí: les di dos besos a los dos y me largué a otra cosa, mariposa. Supongo que le debí gustar al madrileño ese chiquitín, y se lo debió decir al Sujeto A, que era su amiguete, que, como me conocía de un pasado remoto, accedió a presentarme.

Pero bueno. Después de eso, ya no he vuelto a saber nada más de ninguno hasta ahora (ni del que le hizo tilín a mi hermana ni del de la discoteca). Aunque, eso sí, he de añadir que los dos son los caprichitos de varias amigas mías, son los llamados "yogurines", porque tienen un año menos. Uno aún está con la novia, y el otro lo dejó hace poco, pero mis amigas siguen erre que erre: que si míralos que monos, que si no están para comérselos. Hm... monos son, pero tampoco son tan, tan, como fantasean ellas.

En fin, contado el prólogo, a lo nuestro. Resulta que, no se por qué, pero los dos chavaletes me miran raro. Cada vez que me cruzo con ellos por el instituto, se me quedan mirando, los dos, sincronizados. Esto sucede varias veces al día, porque estoy en el pasillo de arriba del todo y tengo que desplazarme para algunas asignaturas y exámenes, mientras que ellos, que son de primero, están durante el cambio de clase en el pasillo central, donde, la verdad, hay bastante mogollón. Yo al principio no me daba ni cuenta, pero un día empezó a darme esa sensación tan extraña (pero cierta) de cuando alguien te está clavando los ojos en la nuca. ¿No os ha pasado nunca? Que, a pesar de que no sabes a ciencia cierta que alguien te está mirando, lo notas, te vuelves y, efectivamente, acabas de ser objeto de estudio por parte de alguien.

Pues eso, me giré y allí estaban los dos, mirando descaradamente. Y cuando se dieron cuenta de que los había pillado, ¡pam!, en seguida disimularon e hicieron como si nada. Claro, a partir de ahí, una empieza a fijarse un poco más, y me fijé, me fijé: lo he confirmado, los dos "yogurines" me miran cada vez que paso por delante de ellos. Me resulta incómodo, porque no puedo evitar calentarme la cabeza: ¿les he hecho algo que les haya molestado? ¿Se ríen de mí a mis espaldas y por eso cuando paso me miran, para confirmarlo? ¿Les caigo mal? ¿Les gusto? ¿...?

A ver, lo primero es bastante improbable porque ni los conzco ni tengo relación con ellos, no puedo haber hecho nada que les haya molestado (al menos, directamente). Lo segundo... hm... podría ser, pero tampoco los he visto nunca riéndose burlonamente, ni tan siguiera hay ironía en sus miradas (o sea que, en caso de ser esta opción la verdadera, son unos maestros escondiéndolo, lo cual también resulta un poco descabellado). Lo tercero... si puedo caer mal de vista, pues imagino que sería una opción factible, pero tampoco me miran ceñudos ni nada por el estilo. Lo último, que si les gusto... imposible saberlo. Uno tiene novia, el otro no (el de la discoteca). A lo mejor le gusto a ese o algo, y se lo ha dicho al amigo, pero, no sé...

A veces incluso me persiguen, me doy cuenta. Cuando tengo examen y me dirijo al aula de exámenes, esperando en el pasillo a que venga el profesor a abrirla, ellos se acercan disimuladamente y van al baño -es decir, pasan por delante- o hablan con alguna amiga mía a mi lado, que se conocen. Y yo paso bastante, pero, joé, es que me intriga y me molesta al mismo tiempo, porque no es eso que dices: Luli, que sólo te han mirado una o dos veces por casualidad, no, es que es CADA VEZ que paso por delante, sin fallar ni una. Y me siento hasta incómoda cada vez que tengo que bajar las escaleras, y no tengo por qué.

Además, normalmente aparto los ojos (porque, repito, me siento incómoda), pero las cuatro o cinco veces que he decidido aguantarles la mirada, en seguida han bajado la vista. Y así llevo ya desde octubre, más o menos.

Y eso, que me miran raro y no sé qué pensar al respecto, pero es evidente que a estos les pasa algo conmigo, ya sea bueno o malo, y estoy ralladísima. Me gustaría averiguar qué narices les pasa a estos por la mente, pero parece ser que me tendré que aguantar. Pf...

¿Alguna idea? Me abro a sugerencias.


Besazzos,


*Luli*

4 comentarios:

Joseph Seewool dijo...

Aaaahhhh, Luli, por favooor!!!!
Les gustas!!!! Les encantas!!!
No pueden apartar la mirada de ti!!
Excepto cuando les miras...
¿Cómo puedes dudarlo?
¿Qué clase de genio despistada eres?

La pregunta es: ¿Alguno de los dos te gusta a ti? Si es ásí, no entres a saco, no le vayas a asustar... En fin, si necesitas algún consejo ya sabes que estoy a tu disposición...

Luli dijo...

Hola Joseph. Sí, la verdad, había pensado que les gusto, o por lo menos a uno (ya digo que el otro tiene novia desde hace un año o así), pero sigue sin acabar de convencerme, no sé, es difícil de explicar.

Se me ha ocurrido una idea genial: ¡por casualidad se han topado con mi blog y han acertado quién soy, juju! Después de leerme han dicho "¡hu, cómo está el patio!" y me espían para ver si realmente estoy tan loca (respuesta afirmativa).

Bueeeenooo valeee, no es una explicación demasiado realista, pero la teoría resulta original, no me lo negarás. ;P

En cuanto si ellos me gustan... pues no, corazón, a mí normalmente me van más mayorcitos, y aunque son monos... qué quieres que te diga, los he visto mejores. Como por ejemplo mi propio yogurín, que se me cae la baba de pensar en él.

Te explico. Es que ahora está de moda pedirse un yogurín (entre amigas, claro, los yogurines nunca llegan a enterarse), incluso hay una chica de mi pandilla bastante innovadora que se ha echado un novio yogurín (con toda la polémica que eso conlleva), y mi yogurín -Sujeto M- tiene la edad de mi hermana, unos catorce o quince años.

Es una cosa preciosísima de persona, super alto, delgadito, y más guapooo *¬* Le he dicho a mi hermana (porque son amigos) que se haga su novia, para presumir de cuñado por el pueblo, y la tía va y me suelta: ¡Sí, hombre! ¿Y por qué no te lo ligas tú?

¡Uf! Si tuviera dos años más no le diría yo que no, pero siendo tan chiquitín... impensable. Los yogurines son sagrados, son el típico amor platónico (Brad Pitt, cosas así) pero en joven, que hasta nos enfadamos si se echan novias asquerosas, y luego las miramos mal.

Y eso, jeje, toda esta pirula viene a que no me gustan los chicos "mirones", y lo único que quiero es, u bien enterarme a ciencia cierta de por qué me miran u bien... ¡¡¡QUE DEJEN DE MIRARME!!!

Besazzos, Joseph (espero no haberte mareado con todo el rollo de mi yogurín, juas. ;P)

Anónimo dijo...

Les gustaaaaaaaaaaaaaaaas!!!
Bueno supongo que le gustas a uno solo, el que no tiene novia, como tu misma has dicho
Pero si no ellos no te gustan a ti pues...que se le va ha hacer...Ah, por cierto, lo de los yogurines me suena de averlo oido por ahí, creo que mi amiga la pija o..nose...
Bueno, por la formo que describes a tu yogurin es bastante majo
¿¿¿Y porqué tu hermana dice que no???xDxDxD

Bueno guapa, un beso y adiós

Luli dijo...

Hola!
Pues no tengo ni idea, si te digo la verdad. Que, por cierto, lo de los yogurines se está complicando, porque ahora Sujeto T (la chica enamoradiza que creía que estaba embarazada pero que al final no lo está) se ha "liado" mas o menos con el yogurin al que en teoria le gustaba yo, con lo cual este ha dejado de mirarme -creo- y con eso en principio el problema estaria solucionado.

y digo en principio porque... el que tiene novia aun me mira!!! La verdad, me tienen harta ya de tanta miradita y tantas narices, pero en fin, que se le va a hacer...

Creo que esta historia aun no se ha acabado, asi que os mantendre infromados... algo se cuece ;)

Besazzos,

*Luli*