lunes, 26 de noviembre de 2007

El Pendiente



Hoy he perdido un pendiente. No sé cómo ha sucedido, lo único que sé es que, de repente, ya no lo llevaba en la oreja, así que no me ha quedado más remedio que repetir mis pasos por la calle para buscarlo, naturalmente sin éxito alguno.

No es que haya perdido un diamante (que sin duda hubiera sido peor), pero me siento muy desgraciada y triste por lo sucedido, porque era un pendiente precioso, con unas bolitas rojas que brillaban como el fuego y que hacían juego con la bufanda que llevaba hoy.

Yo es que soy una gran coleccionista de pendientes: me pierden, son mi pasión. La bisutería en general me llama mucho, pero no soy tan dada a llevar pulseras y collares como pendientes. Tengo al menos cuarenta pares de pendientes, sin exagerar. Tuve que comprarme un busto y todo para colgarlos, porque ya no me cabían en el joyero. La cuestión, que este pendiente en concreto era uno de mis preferidos por la formita (así como de llama) que presentaba y, hoy, sin comerlo ni beberlo... ¡pam! pendiente fuera.

Tiene bemoles la cosa, pero no me voy a dar por vecida. Esta misma tarde iré al bazar donde lo conseguí (un bazar de carácter hippie-étnico-marujil) y preguntaré a ver si tienen más (aunque son pendientes que compré el año pasado, pero creo que val la pena intentarlo).

Y si no... ¿sabéis lo que haré? Usaré el pendiente que me queda como colgante, que se puede hacer. No obstante... ¡¡¡quiero mi pendiente!!!

Snif T.T
Eso me pasa por culpa de las prisas, que no me dejan vivir.

Kizzes,


*Luli*

PD: Qué frío hace hoy, ¿no?

domingo, 25 de noviembre de 2007

Ir o no ir, ésa es la cuestión


Hola a todo el mundo!


Lamento no haber posteado antes pero es que no he podido, me ha resultado imposible. Estoy sumergida en el Interminable Mar de los Exámenes, y ahora mismo me he pemitido el lujo de meterme en la red porque he cogido el ordenador para hacer un trabajo.


A parte de no tener mucho tiempo, tampoco hay tanto comentar: mi vida en estos momentos gira en torno al Instituto: compañeros, libros, profesores y trabajos. No salgo por las noches, no descanso por las tardes, apenas miro la televisión. Pfff... Gajes del oficio.


Tampoco he podido iniciar el proyecto que tanto ansiaba: el de Mi Extraño Ecosistema, pero no os preocupéis que lo haré en cuanto consiga reunir algunas horas (de no ser que las use para descansar, claro, porque es que de tanto estudiar se me van hasta las horas de sueño).


La verdad es que se trata de un estilo de vida bastante aburrido y duro, pero de momento es lo que hay: claustro, abstinencia y aguante. Mi único consuelo en estos momentos es una película que vi el otro día en Taquilla: El Velo Pintado, con Naomi Watts (King Kong) y mi a partir de ahora adorado Edward Norton (El Ilusionista). Me pareció una historia entrañable y, aunque la película no es brillante, la historia es preciosa y voy a comprar el libro en el que está basada. Y el final es taaan triste... :_( Bueno, no voy a revelar nada, ya la miraréis.


Ahora mismo estoy en medio de un grave dilema moral: estudiar o no estudiar. Os contaré mi problema. Resulta que, aunque tenía el fin de semana cuidadosamente planeado para aprovecharlo al máximo, no he hecho nada. Sí, son cosas de la vida, pero mi madre me trastocó el planning pidiéndome que la acompañara a Gandía el viernes por la tarde, al Carrefour. Allí me pasé como mínimo tres horas y lo único positivo es que al fin conseguí Orgullo y Prejuicio tirado de precio (otra peli que me marcó). Ayer tampoco di golpe porque, aunque estaba en el ordenador, estaba arreglándome el Internet, que no me iba y que necesitaba para un trabajo. Hoy han venido mis abuelos a comer (otra mañana desaprovechada) y esta tarde... se quieren ir a Valencia. ¡Y quiero ir! Llevo semanas esperando para ello, y justo esta tarde (la cual quería aprovechar) me ponen la oferta en bandeja.


Pff... no sé qué haré... os lo contaré la próxima vez, que me tengo que preparar (quieren salir antes de las cinco) ;)


Besazzos, Luli


PD: ¿Qué? ¡Yo también me merezco un finde sabático! Luego ya vendrán los problemas (y gordos: dos exámenes esta semana), pero de momento prefiero desconectar.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Por fin función


Hola a todos!


Me paso por aquí en una visita relámpago para informar de que mi antiguo blog: Hazañas y Peripecias de una Adolescente, ha quedado finalmente eliminado como tal. He borrado todo el contenido que tenía (excepto el formato más básico) y lo he renovado: ahora ya está preparado para comenzar a escribir.


No puedo extenderme mucho en el tema, confío en que os paséis por allí y le echéis una ojeada por vosotros mismos. Tampoco encontraréis nada espectacular, sólo una pequeña introducción al tema, pero espero poder empezar pronto con mi nuevo proyecto.


Lo he titulado Mi Extraño Ecosistema, y lo encontraréis bajo la siguiente dirección:





Espero que os guste, ya os informaré cuando haya escrito algo, pero os recomiendo a los que estéis interesados que a partir de ahora paséis regularmente por allí, por si acaso.


Bsazzos!


*Luli*

domingo, 11 de noviembre de 2007

Teoría humana acerca de la mente perruna


Después de un minucioso análisis acerca de mi canina amiga Rita (de perrita), Ruch (de perrucha) u como me de por llamarla cada día, he llegado a una interesante conclusión: los perros piensan.


Sí, es verdad, los perros piensan pero lo que pasa es que nosotros, desde nuestra humana humanidad, no nos damos cuenta de tal extraordinario fenómeno que, después de plantearlo, os daréis cuenta de que en realidad es más bien ordinario.


Los perros, como ya he dicho, piensan, lo que pasa es que como piensan pensamientos perrunos en su mente también perruna, nosotros, los humanos, que no somos perrunos, no comprendemos sus perrunos pensamientos de su perruna mente. Por tanto, al no comprenderlos, pretendemos pretender que tales pensamientos no existen, lo cual es un error porque están ahí, en cada perruna mente de cada perruno perro, y al tratar de suprimirlos los ignoramos en un inhumano intento de sentirnos superiores.


Mi teoría es que los perros muchas veces piensan mal de los humanos, porque motivos no les faltarán, pero como nosotros somos humanamente torpes no advertimos sus dulces pensamientos perrunos pensados en perruno. Creemos que es más sencillo dar por sentado que, como los perros perrunos no piensan, son menos inteligentes que nosotros, lo cual es mentira porque, como no sabemos cómo piensan en su perruna mente, no tenemos ninguna manera de medir su inteligencia, que seguramente es superior a la nuestra. Como son tan inteligentes, los perros perrunos han decidido hacerse los tontos para hacernos creer que somos más listos que ellos, para, en el momento menos esperado, dar un golpe de Estado y atacar la humana (aunque cada vez más inhumana) humanidad.


Por tanto, y como conclusión, he de reiterar que los perros son perrunamente listos y piensan en su perruno cerebro que los humanamente tontos somos nosotros, los humanos, aunque, eso sí, desde una perruna perspectiva perrunística. Por eso mismo, los perros perrunos tratan de engañarnos perrunamente haciendo como si no pensaran aunque, ahora que lo pienso, eso tampoco podemos saberlo porque al no entender las perrunas señales que nos mandan en perruno, es posible que ni siquiera entendamos que los perrunos perros piensan (ya que si los entendiéramos no haría falta ponernos en su lugar y observar el humano mundo desde un punto de vista perruno) con lo cual los perros perrunos puede que ni siquiera piensen, lo que mandaría mi humana teoría acerca de la mente perruna al traste.


Por eso prefiero pensar que los inhumanos humanos creemos que los perrunos perros no piensan, pero que en realidad sí que piensan porque son tan perrunamente listos que nos hacen creer que no lo hacen. De eso deducimos que el mundo en realidad está dominado por los perros. Los perros perrunos, perdón.


¡Guau!


*Luli*

viernes, 9 de noviembre de 2007

Cuesta mantener una promesa


¡Hola a todos!


Dios, lamento muchísimo haber dejado esto más de una semana abandonado, pero tenía un terrorífico examen de Historia, por lo que me he visto obligada a aparcar todas mis demás andanzas no relacionadas directamente con el tema.


Bien, como veo las cosas por estos lares siguen igual (gracias por el comentario, Joseph, un besazzo desde aquí), aunque he de mencionar que me ha halagado mucho contemplar que mi contador de visitas ha aumentado el número un poco, lo cual me complace. ^^


En general, no tengo mucho que contar (bueno, sí, pero ahora mismo estoy un poco cansada: acabo de abrir mi bandeja de entrada del correo electrónico y me ha dado algo; tengo que hacer limpieza en profundidad), pero mis puntos del día son los habituales: que esta semana me he estado matando (literalmente) a estudiar, que el lunes tengo otro examen (latín, glubs) y, el más importante: me han pasado un emilio indignante. Como lo leéis. Es uno de esos mensajes encadenados que recibo a decenas cada día y que yo, por lo general, suelo eliminar sin abrirlos siquiera, aunque a veces algunos me llaman la atención. Eso mismo me ha pasado ahora.


Ponía "sin asunto" y como no llevaba nada adjunto me he decidido a ojearlo por encima. Estaba bien escrito y era una recopilación de firmas que rogaba mi colaboración. Para que comprendiera un poco mejor el tema, me ponía el enlace de un vídeo. Lo que he visto me ha dejado absolutamente paralizada, horrorizada, indignada y tremendamente decepcionada. ¿Queréis saber de qué iba? Maltrato a animales. No sé exactamente qué tipo de animales eran (creo que mapaches), pero os juro que yo, que soy una persona de nervios de acero, no he aguantado ni un minuto contemplándolo. Se me han saltado las lágrimas y he tenido que pararlo, para poder dormir esta noche (que después de pasarme toda la semana sin hacerlo pues es lo mínimo, digo yo).


Aparecían unos hombres golpeando a los mapaches a palos, y luego los cogían de la cola y los estampaban contra el suelo, como si sacudieran una alfombra, dándoles patadas y DESPELLEJÁNDOLOS VIVOS. Enfocaban las caritas de las pobre criaturas y se me ha roto el corazón. Me he puesto a llorar, de rabia, de tristeza y de impotencia, y me pregunto cómo puede haber en este mundo gente con tan poca consideración y tan poca humanidad como para atreverse siquiera a pensar esas cosas tan inmundas.


En fin, no tengo tiempo de ponerme ahora a hablar de todos los problemas del mundo mundial (que a cada día que pasa se hunde un poco más), pero quiero pedir a todos los que lean esto que, POR FAVOR, se conciencien un poco con los pobres animales, que no han hecho daño a nadie y, si la gente necesita sacrificarlos para el autoconsumo, al menos que les de una muerte rápida y no los haga sufrir, que ese es un tema que a mí me puede, y mucho.


Todo esto me lleva a la conclusión de que creo que ya tengo tema fijo para mi antiguo blog, pero de momento no puedo revelar nada, sorry, es una surprise.


Bueno, pasando a otro punto: ¡cuánto cuesta mantener una promesa! Me dije que mantendría este blog actualizado y, aunque lo estoy intentando, me cuesta tremendos esfuerzos por culpa del trabajo "institucional" no sé si me explico.


En fin, esto es todo por el momento, espero poder pasarme por aquí lo más pronto posible.


Besazzos,


*Luli*

PD: Dedico la imagen de hoy a los animales, que se merecen un trato mejor por nuestra parte.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Sobre clasificaciones diversas





Hoy mi amiga Sujeto S y yo hemos ido a la Biblioteca Pública. No es la primera vez que vamos, ni tampoco la segunda, ni tan siquiera la tercera, pero a pesar de todo nos lo hemos pasado genial.

Normalmente, ir a la Biblioteca Pública suele ser un coñazo, porque vamos a hacer deberes (estudiar es imposible, siempre está lleno de niños que juegan ruidosamente en los ordenadores) pero ayer y hoy han sido los mejores días.

Ayer, por ejemplo, cuando en un milagroso momento toda la Biblioteca estaba en silencio, se pone a sonar el móvil de un señor entrado en la cuarentena que tenía un bebé en brazos. Hasta ahí, todo hubiera sido normal de no ser porque el politono del señor hombre era el grito animal de Tarzán, rey de los monos. Ya sabéis, el típico, “a-a-a-aaaaaaaa” que suele exclamar haciendo un altavoz con las manos, colocándolas en forma de cuenca sobre la boca.

Mis amigas Sujeto P y Sujeto S y yo nos pasamos nada más y nada menos que veinticinco minutos ininterrumpidos con la risa tonta, siendo acosadas por unas terroríficas miradas de Don Bibliotecario y Doña Bibliotecaria, que es la peor. En vez de llamarla Doña Bibliotecaria debería llamarla Doña Simpática, precisamente porque no lo es. Aunque Don Biblio (para abreviar) es un personajillo algo raro también, la verdad. Tendrá unos treinta y cinco años, pero se viste como si tuviera quince. Su look es deportivo-juvenil, con sudaderas varias (la de hoy amarillo chillón), vaqueros y deportivas, pero no cuela: es como si te cruzaras por la calle con una señora sesentona vestida con minifalda vaquera, leggings, camiseta de grandes lunares y bailarinas. Para no dormir.

La cuestión, que estuvimos llorando de la risa durante una media hora, contagiando a las demás personas, y consiguiendo que el señor hombre del politono de Tarzán deseara que se lo tragara la tierra. Buf, todavía estallo en carcajadas de pensarlo.

Hoy, aunque Sujeto P no estaba, me lo he pasado igual de bien u más. ¿La razón? Un interesante espécimen de la fascinante raza de los Chotulus patonis. O, lo que viene siendo lo mismo, un choto de la pata. Resulta ser que era primo segundo de mi amiga Sujeto S (que es mi mujer), pero, a pesar de los lazos de parentesco que los unen, Sujeto S no se atrevía a decirle nada, ni siquiera un tímido “hola”. Es lo que tiene estar emparentado con todo el pueblo, que cuando ves a alguien, por muy familia tuya que sea, te da palo saludar o, también puede ser, te da lo mismo saludar que no.

Y nada, hemos empezado a cuchichear vía escrita (por notitas, como si estuviésemos en clase) porque la proximidad del Chotulus patonis no nos permitía levantar la voz. Aunque, para qué negarlo, cada vez que nuestros ojos se cruzaban estallábamos en risitas ahogadas, cada vez más difíciles de insonorizar, y ya no digamos de suprimir.

Después de unos cuantos “¡¡¡shhh!!!” enojados por parte de Doña Simpática, hemos logrado sobreponernos y continuar con nuestra tarea de concentrarnos en los deberes, aunque dejando escapar a cada instante bufiditos que nos llevaban de vuelta a las andadas. Finalmente, y con gran pesar, hemos tenido que irnos porque ya era tarde, y mi amiga Sujeto S se ha atrevido a saludar a su primo lejano, dos besos incluidos.
Lo mejor: hemos dejado la hoja de papel con nuestras conversaciones encima de la mesa a propósito, como si la hubiéramos dejado ahí sin querer. En la hoja no ponía nada importante, sólo cosas tipo (cito):

-¿K te parece mi primo? ¿Wapo e? -(Letra redondeada de mi zurda amiga Sujeto S, en tinta roja)
-Hombre, no sta mal, la verdad, xo es mas bien del montoncillo –(mi cursiva escritura, en azul)
-Tiene la cara de ratón 1 poko. Ade+ es rubio y a mí me gustan + morenos.
-Ya, y yo tbn, jeje.
-… (varios)
-Aunque a Sujeto M sí le gustaría
-Ya… xk a esta últimamente le gustan todos…
-Menudo puterío…
-(críticas amplias a una compañera de cuadrilla –no puede llamarse amiga- que últimamente está en boca de todos, nombre y apellidos incluidos en la hoja).

Y hemos salido de la Biblioteca entre más risas, apostando por la cara que pondrá la primera persona que lea esa hoja. Tenemos tres candidatos principales al puesto:

1) El Chotulus patonis, por supuesto. Si al final le ha picado la curiosidad, estamos seguras de que es capaz de levantarse, dirigirse hasta nuestra mesa y coger disimuladamente el papel para leerlo.

2) Don Biblio (que también es rubio). Quién sabe, a lo mejor se da por aludido cuando lo lea (mejor, lo doy por hecho, porque en su frente pone en letras fluorescentes: SOY UN COTILLA).

3) Doña Simpática. Lo más probable que suceda si la hoja cae en sus manos es que le eche un vistazo por encima y chasquee la lengua reprobadoramente al descubrir el contenido (no obsceno) de dicho papel. Luego lo arrugará y lo tirará limpiamente a la primera papelera que encuentre.

Y eso. De camino a casa, para tratar de olvidarnos del húmedo frío que nos corroía las entrañas, hemos establecido una calificativa escala de los diferentes ejemplares de la singular raza del Chotulus patonis. De ascendente a descendente, estas son las cuatro principales variantes a las que un miembro de este espécimen puede pertenecer:

1) Chotulus bradpitiano. El típico Chotulus que, cuando lo ves, se te queda la siguiente expresión, tan poco inteligente como elegante: *¬*. Es decir, la perfección física adaptada al género masculino (mejor no entremos en aspectos morales/interiores/u/similiares). Referente: Brad Pitt. Adjetivos calificables: queso, tren, más bueno quel pan (estos tres siempre precedidos de la locución está[+como+un]), xotazo, tío macizorro, quiero-un-hijo-tuyo-beibe, indómito, dios, salvaje, extraterrenal, divino, bello, hermoso, no-creo-lo-que-veo, ¿eres real?, pellízcame-esto-no-puede-ser-verdad… etece.


2) Chotulus orlandiño. Un Chotulus del montón, aunque acercándose peligrosamente a la categoría anterior. Se te quedaría más o menos esta cara ^_^ Referente: Orlando Bloom. Adjetivos calificables: mono, cuco, guapo, normalito-tirando-a-bien, majo… etecé.


3) Chotulus adriano A. Chotulus de debajo del montón, tirando a feíco, que no viene llegando a ser feo del todo porque tiene ese “algo”, esa “belleza extraña” u “belleza incomprendida” que lo hace pasable, aunque aprueba por los pelos. Típico careto: ¬¬ Referente: Adrien Brody. Adjetivos calificativos: normal, rarito, freak, pasable, justito, bueenoo… podría-ser-mejor…, en-fin-qué-remedio…, etecé.


4) Chotulus adriano B. Chotulus que viene siendo ya de la raza Pathethicus tius, o tío patético, es decir, más feo que pegarle a un padre, insulso con avaricia. Cara descompuesta que se te quedaría: x_x, o también T.T Referente: Adrien Brody también. Adjetivos calificativos: horroroso, cayo-malayo, ripio cardado, feto, embrión, aborto de mejillón, terrorífico… etecé de nuevo.

En fin, resumiendo:



“A qui no té faena, Deu li’n dóna”.



Proverbio valenciano popular.



Besazzos,

*Luli*

jueves, 1 de noviembre de 2007

Luli de vuelta


Hola a todo el mundo.


Como prometí, empiezo hoy escribiendo en mi nuevo blog. He añadido algunas innovaciones, como el contador de visitas (que me sube el ánimo porque realmente pasa más gente por aquí de la que yo esperaba), y, también he de anunciar que he cambiado la dirección de mi antiguo blog, Hazañas y peripecias de una adolescente. Lo que antes fue http://peripeciasdelulimanuli.blogspot.com es ahora http://hypdua.blogspot.com , aunque es una dirección povisional porque seguramente acabaré cambiándola de nuevo. Conociéndome como meconozco, acabaré reformando todo el blog, porque tengo ganas de utilizarlo, pero todavía no sé cómo. Os mantendré informados sobre la marcha.

Acerca de mi vida no tengo mucho que decir, excepto que detesto a mi hermana la Víbora porque se dedica a hacerme la vida imposible. También puedo añadir que hoy he hecho mi segunda "clase de conducir privada" que con mi padre como profesor es muy difícil: en seguida se pone de los nervios y empieza a gritar, con lo cual yo también me pongo de los nervios y empiezo a gritar. Son cosas de la vida, pero me las apaño como puedo.



Y poco más, esto era una mera nota informativa (últimamente hago demasiadas notas y poco contenido sustancial, lo sé, pero estoy atravesando una época de transición en lo que al Internet se refiere) aunque ya tengo una de mis grandes anécdotas preparada, lista para subir. Tal vez mañana encuentre un huequecito.


En fin, de momento, esto ha sido todo.


Besazzos,



*Luli*



PD: Como veréis, también estreno firma. =)