domingo, 5 de julio de 2009

Empezando el veraneo



Queridos lulilectores veraneantes...



Vuelvo a dar señales de vida después de unas cuantas semanas ajetreadas, en las que me han sucedido cosas tan variopintas como el traslado a la playa, broncas con mis padres (qué raro), tardes de rebajas y, principalmente, una experiencia nada agradable que no os recomiendo: acompañar a una amiga a su casa en sábado por la noche después de que se haya bebido media botella de ron con coca-cola. Y no por el hecho de acompañarla a su casa (que costó lo suyo, pero en fin), sino porque la tipa decidió vomitarlo TODO en EL ASCENSOR mientras la otra chica y yo estábamos acorraladas. No digo más, comprendo que a muchos de vosotros os dé asco y decidáis parar de leer aquí, solo añadiré que, graciosamente, nuestra amiga empezó en el cuarto y vive en un octavo... puaj (Señor D., Señor D., Señor Deeeee). Me puso la cabeza loca (y los pies perdidos, menos mal que se salvaron mis sandalias porque eran nuevas, que si no...).


Bueno, pasando a otros temas menos interesantes: empieza un nuevo verano (¡el verano de los 19!, como afirma rotunda mi amiga Sujeto P -la del ron-). Sí... el verano de los 19. El último verano del "uno". El año que viene empezaremos con el "dos", qué terror. Pero en fin, envejecer ahora no es mi tema de conversación, sino más bien comentaros así por encima el principio del calorcillo por mis lares habituales (vamos, el ecosistema de Tavernes de la Valldigna).


Y, un año más, se presentan amabilísimos todos los vecinos, en especial los amores platónicos. Mi Vecinito Interesante (o VI) está CAÑÓN, vamos, ha mejorado ocho millones de veces desde la última vez que le vi (el verano pasado). Ya me traía de cabeza desde hace siglos y siglos, pero es que este año se sale, el mozo. Aunque, ahora que lo pienso, la temporada Verano 2009 no ha empezado de la mejor manera, más que nada porque el querido Señor D. sigue pegado a mis faldas y me obliga a hacer el idiota todo lo que sé y más.


Os contaré cómo fue mi primer encuentro con el chaval en cuestión. Me gustaría recordar, para los lulilectores olvidadizos, o los lulilectores nuevos, que el Vecinito Interesante seguramente cree que soy una loca descerebrada, o algo por el estilo, porque el año pasado Sujeto P (o Sujeto Ron-con-coca-cola ¬¬) y yo no teníamos nada mejor que hacer que perseguirlo por la discoteca cuando le vimos un día por la noche, como si fuésemos dos fans histéricas detrás de Brad Pitt en sus tiempos de Joe Black. El pobre no sabía para dónde mirar, porque nosotras le acosamos toda la noche -incluso conseguí hablar con él-. Con deciros que me quedé afónica de tanto gritar, y que solo mi amiga consiguió que desistiera en mi propósito de pedirle un autógrafo... al menos después me saludaba, me decía "Hola" mientras me miraba con cara de pena.


En fin, a lo que iba. Primer encuentro de la temporada 2009, a partir de ahora llamado "Aquél que le confirmó que estoy como una chota". Fue hace dos semanas, aproximadamente. Yo iba a sacar a mi perra de paseo, hacia eso de las seis, y me puse unas sandalias del verano anterior que yo tenía manía en que no tardarían en romperse, porque ya es raro que este tipo de chancletas (las de "dedillo" de cuatro euros en el mercadillo) aguanten más que un año. Pero como las mías se estaban portando bastante bien (yo las examinaba cada vez que me las ponía, para que no me dieran un disgusto), pues, una vez más, me arriesgué.


Y a ello que me fui, tan feliz con mis sandalias, mi perra y mi mp3 en las orejas, despreocupada porque no había nadie por la calle, el parking por donde suelo sacarla estaba desierto. Nos pegamos un paseo de veinte minutos por lo menos, arriba, abajo, jugando, corriendo. Las sandalias aguantaron perfectamente, sin ningún problema, incluso se me olvidó que eran viejas. Total, que cuando decido regresar, meto la llave en la puerta de la finca, entro... ¡pam! Se me rompe la tirilla y me quedo sin zapato.


¡Menos mal!, pensé aliviada, porque no hay nadie que me haya visto y, además, qué suerte he tenido de que se me rompieran casi en casa y no en pleno parking. ¿Menos mal? ¿Menos mal? Aún no había acabado de pensar el razonamiento anterior, cuando me aparece el mismísimo vecinito por una esquina, salido de la nada, con su sobrino y su hermana. ¡¡¡Y yo descalza, con las sandalias rotas en la mano, que no sabía dónde esconderlas porque no llevaba bolso!!!


Me puse de todos los colores y pasé por su lado como una centella, sin murmurar siquiera un quedo "hola", que era lo que ya tenía practicado con él. Debió pensar que se me va la pinza un rato, porque claro, si él no sabe que las sandalias están rotas, lo más normal es que se pregunte: "¿y a dónde va esta descalza con un perro?" No me lo puedo creer, todo me pasa a mí, soy un blanco fácil.


Claro que, la cosa no mejora si, encima, en la playa, él pasa por delante de mí para reunirse con su Happy Pandi y yo escondo la cabeza bajo mi gorra cual avestruz, enmarronando a Sujeto P, que estaba a mi lado y tuvo que decirle "adiós".


Cosas de la vida...


Los de la Happy Pandi de mi finca (a saber: el Super-Rubiazo, La Topo, la Morsa Humana, la Hermana Frustrada, el Vecinito Interesante, el Novio y, cuando lleguen, los Holandeses) creo que me odian bastante cuando están juntos (porque por separado me hacen bastante caso, excepto la Topo y la Hermana Frustrada, que son unas dominantas amargadas), pero eso me trae sin cuidado. Bueno, en realidad el Vecinito no me odia, tonteábamos a veces, ahora solo pensará que estoy para que me encierren, pero no me importa. Y el Super-Rubiazo es de un nivel superior, mucho rubiazo para una sola persona, así que las amargadas estas no podrán con él (espero).


Y... todo esto que os estoy contando, que en realidad no tiene por qué interesaros lo más mínimo, es porque no se me ocurría nada mejor que escribir, y para evitarme otra de esas entradas insulsas y tediosas en las que solo pongo "me aburro", pues he decidido relatar mis últimas batallitas.


A todo esto, antes de que se me olvide, para celebrar el inicio del verano voy a incluir en la columna de la derecha por primera vez una encuesta, para cambiar un poco los aires. Como ya llevo bastantes entradas, seleccionaré aquellas que más me han gustado personalmente (tanto a la hora de escribirlas como de releerlas más tarde), para que vosotros escojáis la mejor (aunque si hay alguna que os haya gustado especialmente y no aparezca en la lista, siempre me lo podéis comentar).


Es pura curiosidad, porque al fin y al cabo ya llevamos dos años y medio juntos, así que espero que os animéis y opinéis, lulilectores. =)


Y muchos besazzos, cómo no.


*Luli*

2 comentarios:

Teresa dijo...

Jejejejejejejejejejejejeje!

Jo, cómo me pude perder leer entradas tan sumamente buenas en directo?

Por cierto, me encanta lo de poner motes y los tuyos son geniales!!! Ay el repaso que le daríamos tú y yo a toda mi clase en un momento...

Luli dijo...

Jaja, si es que yo estoy para que me siga un equipo de cámaras a lo "Gran Hermano", mi vida es de cine... ¡¡y eso que me paso todo el día quejándome!!

Qué complicados somos nosotros los humanos, ¿no?

Jaja, cuando quieras hacemos un diccionario de motes ;)

¡¡Me encanta verte de nuevo, en serio te lo digo!!