jueves, 13 de marzo de 2008

Me altero



Hoy voy a presentar el caso de mi amiga Sujeto T, que sólo de pensarlo, me altero.

Resulta que hace un mes la tía se tiró a un deshecho de persona en un coche (él se drogaba, debe dinero, es el típico cerdo que se va cada noche con una, se pelea…) y lo hicieron sin preservativo. Y menos mal que al chico se le ocurrió preguntar casi a última hora: ¿tomas la píldora? Y ella contestó que no, así que “se salió” para acabar bien y tener la fiesta en paz.

Lo que mi amiga Sujeto T no sabía –a pesar de recibir clases de educación sexual desde sexto de primaria- es que “la flautita” chispea desde el primer momento y nada más entra en “la casita” de la mujer, hay riesgo de fecundación a pesar de que no se haya producido consumación interna propiamente dicha. Perdón por estos términos tan esquemáticos, pero es que no me atrevo a usar un lenguaje más vulgar por si las moscas (privacidad, recordémoslo).

Reconduciendo, que a los dos días Sujeto T nos viene a una amiga mía y a mí a contarnos que cree que está embarazada. ¡Y menos mal que su hermana le contó lo de la flautita chispeante, por que si no la tipa seguiría tan pancha a horas de hoy! Resulta que Sujeto T había estado tomándose un tratamiento de píldoras hormonales para regular la menstruación, y cuando acabó el tratamiento la regla le venía más puntual que un inglés, todos los meses. Y justamente hoy hace un mes que no le baja.

Cualquiera de nosotras se preocuparía ante tal situación, digo yo (fornicar a pelo y que no te baje la regla en un mes, sabiendo que siempre la tienes a o’clock, pues… hm… no es para tanto…) ¡¡¡ALERTA ROJA, AMIGA, ALERTA ROJA!!! QUE IGUAL YA NO LA VES EN NUEVE MESES

Pues Sujeto T va por la vida tan normal, peor, normal y de víctima. Me explico. Nada más nos contó que podía recibir visita de la cigüeña en breve, Sujeto D y yo casi nos subimos por las paredes para explicarle que:

1) Se lo contara a su madre

2) Se hiciera el predictor (aunque ya sabemos que tienen que pasar de tres a cuatro semanas para saberlo cierto, pero bueno, es que en ese momento una se altera)

Y nos dijo que ya se lo había contado, y que su madre la había insultado, gritado, castigado, etc-ado… (¿¿¿nooooo me digaaaas??? ¿¿¿De verdad??? ¡Qué raro! Si yo le viniera a mi madre con diecisiete años y bombo, seguro que me daba la enhorabuena y me compraba una cuna. ¡Foto, foto!) ¬¬ POR FAVOR, REALISMO.

En cuanto al test: “No, tranquilas, ya me lo haré, da igual mañana que pasado, si el bote de la orina ya lo tengo en casa, mi madre me lo recordará”. ¿¿¿Tu madre te lo recordará??? Yo estoy con la duda de si estoy embarazada o no y no me hace falta que mi madre me recuerde que me haga el test. ¡Es que me lo hago ipso facto, mujer, es lo que toca! A ver si se lo va a hacer la semana antes de romper aguas porque a su madre se le olvidó recordárselo, a ver lo que le daría: si positivo o negativo. “Ay, pensaba que esta barriga era de unos gases…”. Grrr… ME ALTERO.

Sujeto T te lo cuenta de manera en que ella siempre queda de mártir. Ella misma dice que su vida parece una telenovela, te vende las historias que en vez de llamarse Sujeto T debería llamarse Rosaura-Luisana Bárbara Montoya Rodríguez, ¿ya tu sabes, wey? Y nosotras estamos hartas –pero hartas de verdad- de tener que bajarla de su nube, de tener que explicarle que la vida no es un cuento Disney y de decirle que salga ya del mundo del Yupi, que el mundo real es diferente.

-Jo, ¡vosotras parecéis mi madre también! Gracias, pero con una ya tengo bastante.

Sujeto T ¿tú encuentras normal quedarte preñada a los diecisiete años, con la basura de excusa que has puesto, siendo absolutamente irresponsable? Porque la excusa es de cuidao, gente, ¿queréis saber cuál es? Pues dice que “no se dio cuenta de que no llevaba gomita”. Repito: “que no se dio cuenta” ¿¿¿QUE NO SE DIO CUENTAAA??? Que baje Buda y que me lo explique, que yo no lo entiendo.

-¿Pero tan borracha ibas?

-No, iba contenta, era consciente de todo, pero jolín, cuando te entra el calentón una no se fija en esas cosas.

¿Qué no se fija? ¿Qué no se fija? Huyy… ¿¿¿Pero como narices no te fijas en si lleva la funda en la puñetera flauta, si en ese momento le estás dando a la música, leñe??? ¡Lo imposible es no fijarse! Pues nada, la tipa no baja del burro. ¡Menos mal que –a lo peor- te ha pasado un niño y no el SIDA, Sujeto T, bonita, porque si no a ver qué hacías ahora!

Deberíais oirla hablando sobre el tema, os juro que me hierve la sangre. Además dice “que esto no salga de entre nosotras” y va y lo cuenta delante de un chaval de mi clase, que es un bocazas, sin cortarse un pelo. Me juego una oreja, y sólo tengo dos, a que la semana que viene lo sabe todo el pueblo. Es que me reconoceréis que la chica no está siendo ni seria ni razonable.

Por último, el tema padre y el tema aborto. En cuanto al padre: “hoy se lo he dicho para rallarle la cabeza, pero como me dejó por otra, aunque ahora la quiera a ella, no dejará de pensar en mí, en si estoy o no estoy embarazada, porque le he dejado bien claro que no pienso decirle nunca los resultados, para vengarme. Si me hubiera dicho que me quiere, se los hubiera dicho.” Es que el deshecho de tío con el que se acostó es un moniato que acababa de cortar con su novia –llevaban 4 años juntos-. Mi ignorante amiga Sujeto T en seguida se hizo ilusiones con él (es hipermegaenamoradiza) y no se dio cuenta de que el tío sólo la había utilizado de pañuelo. Eso en mi pueblo se llama “una noche loca”, de las que todos hemos tenido, y se supone que las dos partes saben perfectamente que sólo se trata de, lo dicho, una noche. Sujeto T parecía tenerlo claro: “que sí, que sí, que no me gusta”, pero a la semana cambió de opinión: “cada vez que me hace una perdida se me ilumina la cara”. La cara, la cara… ¡la cara se la voy a partir yo como siga así!

Y el tema aborto ya es de espectáculo. Dice: “Jo, es que como soy pobre –siempre va de pobre por la vida, todo lo contrario que Sujeto B- seguramente mi madre y yo no tendremos bastante dinero para abortar. Lo mejor será que lo tenga y que el gobierno nos dé 2000 euros.” Claro, es más barato tener un hijo hasta los treinta años –que es cuando se independiza la gente hoy en día- que no los 3000 euros que pueda costarte un aborto. Me parece razonable.

Lo fuerte es que dice: “No quiero tener ese hijo –en caso de que esté embarazada-, sería un ilegítimo y le contaría que su padre ha muerto.” Niña, perdona que te diga pero… ¡¡¡Estás pidiendo un hijo a gritos!!!

Diosss, en mi pueblo hay un refrán que dice: “d’on no hi ha, no se’n pot traure”. Debe ser verdad.

Besazzos,

*Luli*


PD: Perdón por la acalorada narración (bastante desestructurada), pero es que estoy alterada.

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